Cuando llegas al campo y pegas un
vistazo al equipo contrario y descubres esto, en seguida piensas "madre mía, que se
acabe pronto porque hoy poco haremos...".
Y es que parece que los padres suframos más que nuestros hijos en la cancha y que, si nos dejaran, entraríamos sin dudar al campo para ayudarles en el partido.
Pero este sentimiento es muy diferente de lo que en realidad las niñas experimentan, a juzgar por las caras que ponen todas cuando terminan el partido y los ánimos con que finalizan. Seguramente porque estas chicas, casi sin darse cuenta, han descubierto esa fórmula mágica que hace que celebres con mesura las victorias y que no hagas un drama cuando pierdes: disfrutando a tope cada minuto que pasan juntas.
No podemos obviar el hecho de haber realizado una buena primera fase, que hace que ahora estemos en un grupo de mayor nivel. Y a veces se nos olvida también que son solo benjamines de segundo año y dos de ellas de primero, jugando contra equipos muchos de ellos masculinos o mixtos, de mayor edad, más altos, más fuertes y que también juegan mejor porque llevan más tiempo. Niños y niñas
que muchos de ellos dejarán de ser alevines el próximo año, mientras
que a las nuestras todavía les quedarán dos más en esta categoría.
Pero el partido de hoy a pesar
del desequilibrio entre ambos conjuntos, ha servido para que nuestras leonas sigan
avanzando y progresando. Porque de partidos como este, cuando el rival es muy superior pero es noble, se puede aprender muchísimo y es lo que precisamente han hecho.
Con la notable diferencia de tamaño, los
chicos del Onda dominaron el rebote en ambos campos y también la defensa y el
ataque. Solo queda felicitarles por la victoria y por el comportamiento educado que tuvieron en todo momento.
Las nuestras por su parte defendieron como
nunca y echaron mano del único recurso que podían utilizar: el tiro exterior, algo que en estos momentos tiene enorme mérito pero con lo que consiguieron varios triples y
canastas de dos.
Por no haber, casi no hubieron ni faltas personales.
Por no haber, casi no hubieron ni faltas personales.
Pero hoy sin duda estas chicas
nos han vuelto a dar otra lección a todos demostrando que no conocen la palabra "miedo" y que pese a
las diferencias con sus rivales, no bajan en ningún momento los brazos. Y lo más importante: que se puede perder si,
pero con mucha dignidad, una palabra cuyo significado es todavía muy pronto para que conozcan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario